De opinión

La Batalla del 30 de Marzo, según Juan Bosch

Por Diómedes Núñez

El 30 de marzo de 1963, siendo presidente de la República, el profesor Juan Bosch pronunció un discurso sobre la efemérides de ese día, en homenaje a los héroes de esa batalla, realizado en el parque Imbert, de Santiago. Tocó el tema de la patria y el patriotismo, y luego lo ampliaría el discurso pronunciado, también en Santiago, en ocasión del centenario de la Revolución restauradora. A continuación, ofrecemos fragmentos de sus palabras del 30 de marzo:

La importancia de la batalla del 30 de Marzo no se puede medir…por los muertos ni los heridos dominicanos. Hay que medirla por otras razones. La ´primera de ellas es la razón patriótica. El día 6 de marzo, es decir, 24 días antes de la batalla, Santiago se había pronunciado en favor de la República. La República, como ustedes saben, se estableció el 27 de febrero, las fuerzas haitianas que estaban en la Capital se rindieron el 28; pero Santiago no se pronunció sino el día 6 de marzo, porque en Santiago había fuerzas haitianas y se temía que respondieran de una manera violenta a la proclamación de la República.

Sin embargo, fuerzas de San Francisco de Macorís, de La Vega, de Moca, de San José de las Matas, vinieron avanzando sobre Santiago, porque la población dominicana de Santiago era partidaria de la República, partidaria del establecimiento de la Patria; pero no tenían armas ni fuerzas para alzarse contra los haitianos. Y como los patriotas de Macorís y las demás ciudades enunciadas sabían eso, avanzaron y tomaron todas las entradas de Santiago y les preguntó si eran partidarias de que nuestro país siguiera siendo una parte de Haití y éstas les dijeron que eran partidarias de la República Dominicana y que él debía rendirse. Él se rindió el 5 de marzo y el 6 de marzo quedó proclamada la República Dominicana.
Esas mismas fuerzas que habían rodeado a Santiago iban a participar 24 días después en la batalla del 30 de Marzo.

Las fuerzas de toda esta región venían a forzar la rendición del general haitiano, y esas mismas fuerzas tendrían después que combatir el 30 de Marzo, no en defensa de Santiago, sino en defensa de la República, que estaba representada por Santiago, porque si el general Pierrot hubiera llegado a tomar Santiago esa noche, la República entera hubiera caído en poder de los haitianos.

Nuestro pueblo no era un pueblo acostumbrado a la guerra, pero tenía un corazón ya dominicano. En 22 años de ocupación haitiana, la población que se había considerado española hasta el 1822, había pasado a ser una población con un sentido nacional.

Ese fenómeno de la creación de la nacionalidad dominicana, que comienza poco a poco desde el siglo XVII, cuando nosotros nos vimos obligados a crear nuestro propio modo de vida diferente al de los españoles; ese fenómeno, que llegó a tener manifestaciones muy tempranas, en realidad viene a cuajar bajo los 22 años de dominación haitiana, es decir, nuestra nación fue creciendo por dentro sin que se dieran cuenta de ello los que nos dominaban.

Pero los espíritus finos, las inteligencias sensibles como Duarte, Sánchez y Mella, así como todos los que formaban La Trinitaria, sí se habían dado cuenta de que ya nuestro pueblo no se consideraba español. Y eso explicaba que, cuando el 27 de febrero se proclama la República, todo el mundo, en todo el territorio nacional, respondió inmediatamente a esa nueva nacionalidad que nacía. Respondió, y para salvar esa nacionalidad se congregaron aquí las fuerzas de todo el Cibao, el 30 de marzo, bajo el mando del general José María Imbert.

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